En la actualidad uno de los principales activos en cualquier empresa es la información, que se gestiona a través de diferentes dispositivos conectados a Internet. En consecuencia, la ciberseguridad se ha convertido en uno de los mayores retos que afrontan las organizaciones independientemente de su tamaño. Una mala gestión de la seguridad puede tener un gran impacto económico así como afectar a la reputación y la confianza de socios y clientes.

Uno de los métodos que los ciberdelincuentes utilizan para engañar y conseguir información personal (contraseñas, datos de tarjetas de crédito y de la seguridad social, números de cuentas bancarias) es el phishing. Se realiza mediante el envío de correos electrónicos fraudulentos o redirigiendo al usuario a un sitio web falso. Suelen actuar como imitaciones de organizaciones legítimas, agencias gubernamentales o entidades bancarias.

En muchas ocasiones la seguridad recae sobre el diseño o implementación de sistemas, pero es importante concienciar y formar a los usuarios acerca de los buenos hábitos que refuerzan la seguridad que nos ofrece la inteligencia artificial. Algunas de las medidas son:

• El uso de contraseñas únicas y fuertes. En la actualidad existen generadores de contraseñas aleatorias que ayudan a obtener contraseñas seguras.
   
• En el correo electrónico, habilitar las mejores funciones de seguridad y contar con productos para evitar el phishing. Aun así, estos ataques pueden engañarnos, por lo que para evitar riesgos es mejor no hacer clic en enlaces dudosos o dudar de los servicios que solicitan contraseñas por correo electrónico.
   
• Evitar los servicios de wifi público. Mediante rastreadores, los atacantes pueden interceptar el tráfico de wifi y nuestras credenciales de email pueden estar en riesgo.
   
• Bloquear los archivos adjuntos grandes. Estos archivos podrían contener programas maliciosos o de suplantación de identidad. La mayoría de empresas utilizan un servicio en la nube que resulta más eficaz a la hora de enviar enlaces o archivos grandes.
   
• Rechazar correos electrónicos con muchos destinatarios. Suele tratarse de anuncios, spam o ataques masivos de phishing.

La seguridad y la protección de datos son los factores más importantes en lo que se refiere a transacciones bancarias. Hoy en día es muy habitual realizar transferencias desde un ordenador o desde un dispositivo móvil, por lo que hay que tener en cuenta algunas cuestiones importantes a la hora de llevar a cabo dichas prácticas:

• Utilizar los servicios bancarios en línea únicamente en dispositivos que conocemos y en los que confiamos.
• Ingresar la dirección web del proveedor manualmente o utilizando un marcador.
• Estar atentos a las características de seguridad del navegador utilizado.
• Utilizar un proceso seguro para autorizar pagos. Las entidades bancarias ofrecen asesoramiento al respecto.
• Desconfiar de las ventanas emergentes en el sitio web del proveedor de servicios.

Asimismo, es aconsejable cerrar las sesiones del servicio una vez realizadas las transferencias bancarias, así como revisar con frecuencia los estados de las cuentas. Es conveniente también establecer un límite máximo para las transacciones.

Existen, por tanto, una serie de buenas prácticas para favorecer la ciberseguridad en la empresa, pero ésta pasa también por disponer de un buen antivirus permanentemente actualizado.

En Dis-Process, S.L., como empresa de servicios informáticos en Bilbao con más de 20 años de experiencia, ofrecemos asesoramiento personalizado y trabajamos para dar la solución más adecuada a las necesidades de cada empresa.